La Ley sobre ATN que impulsaron los gobernadores “se va a vetar”, anticipó Adorni
- Equipo de HolaSalta!
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El vocero dijo que se trata de una herramienta “pensada para momentos de crisis”, y criticó que “históricamente se usaron como cajas de la política”. ¿Por eso se la queda la Nación?

El Poder Ejecutivo confirmó que vetará la ley sancionada por el Congreso e impulsada por los gobernadores, que buscaba establecer un nuevo sistema de reparto de los Aportes del Tesoro de la Nación (ATN). La decisión fue anunciada por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien defendió la medida asegurando que estos fondos “no son un capricho” del Gobierno nacional.
“La Ley de los ATN se veta, sí, pero no es un capricho que se nos ocurre a nosotros”, declaró Adorni, insistiendo en que se trata de una herramienta pensada para asistir a las provincias en momentos de crisis. Sin embargo, el argumento deja entrever una contradicción: en lo que va de la gestión, pese a situaciones críticas como inundaciones, sequías o incendios, la Nación no asignó partidas de manera significativa.
El vocero además cuestionó el uso histórico de los ATN: “Se usaron como cajas de la política. Nosotros no solo no los utilizamos para eso, sino que les damos el uso que corresponde, que es para casos de graves inundaciones o incendios”. Pero la crítica abre un interrogante: ¿qué significa “darles el uso que corresponde” si, frente a emergencias ya ocurridas, las provincias no recibieron respuestas concretas?
Adorni cerró su exposición con un discurso aspiracional: “Cada paso que damos es en pos de lo que queremos para la Argentina, que sea un país normal, con las cuentas equilibradas, sin inflación, con crecimiento, con ‘laburo’, con que la gente gane más, todas cosas que desde hace mucho tiempo no se ven en la Argentina”.
El trasfondo es claro: el Gobierno busca mantener el control centralizado de los ATN y evitar que los gobernadores manejen de forma autónoma esos recursos. La medida refuerza la tensión política entre la Casa Rosada y las provincias, que reclaman mayor equidad en la distribución de fondos, mientras la Nación concentra las decisiones y, en los hechos, retiene la llave de un dinero que debería estar destinado a asistir urgencias locales.