#CoronelMoldes La golpeó, la amenazó y tenía un arma sin registrar: terminó preso tras el fallo judicial
- Equipo de HolaSalta!
- hace 5 horas
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Uno de los hechos de violencia por el que el acusado llegó a juicio tuvo lugar en la vivienda que compartía con su pareja. Quedó acreditado que el sujeto sometió a la denunciante a maltratos y humillaciones, de manera continua.
La fiscal penal de Cerrillos, Mónica Viazzi, representó al Ministerio Público Fiscal ante la Sala II del Tribunal de Juicio del Distrito Centro, en la audiencia de debate oral y público seguido contra un hombre mayor de edad, acusado de los delitos de lesiones leves agravadas por la relación de pareja preexistente y por mediar violencia de género, amenazas y tenencia ilegítima de arma de fuego de uso civil.
El hecho endilgado ocurrió en la madrugada del 24 de marzo, cuando el acusado llegó a la vivienda familiar que compartía con quien era su pareja, en Paraje El Préstamo, Coronel Moldes, y agredió físicamente, provocándole lesiones que quedaron acreditadas en el informe médico.
Además de la agresión física, el sujeto amenazó a la mujer, quien, ante el temor de que el acusado pudiera utilizar el arma que tenía en su casa en su contra, decidió esconderla.
Durante la audiencia, uno de los testigos manifestó que el día del hecho, mientras descansaba con su familia, escuchó ruido de vidrios que se rompían. Al salir para verificar lo ocurrido, alcanzó a oír el pedido de auxilio de la damnificada, mientras el individuo huía de la vivienda.
Otro testigo declaró que escuchó los gritos de auxilio y llegó a observar cómo el sujeto agredía a la mujer.
El acusado tenía en su poder un arma calibre .22 para cuya tenencia o portación no se encontraba registrado como legítimo usuario, ni tampoco el arma estaba registrada a su nombre, conforme surge del informe del Registro Nacional de Armas (RENAR).
La fiscal Viazzi destacó que, además, quedó acreditada la relación asimétrica de poder entre el acusado y su expareja, evidenciada por los continuos maltratos, humillaciones, y la dependencia emocional existente; asimismo, se comprobó el abuso de sustancias y la ingesta de bebidas alcohólicas, conductas que se desarrollaban en presencia de niños menores.
El juez Eduardo Sángari condenó al acusado a la pena de un año de prisión, de cumplimiento efectivo. En el mismo fallo, revocó la condicionalidad de condenas anteriores, unificándola en una única pena de tres años de prisión efectiva. Asimismo, dejó sin efecto el beneficio de arresto domiciliario y ordenó su traslado a la unidad carcelaria.
