Es el jugador más chico de Los Infernales pero al más alto del plantel con sus 2,06 metros de altura.
Juan Hierrezuelo está haciendo sus primeras armas en el universo profesional del básquet argentino y sueña a lo grande. Formado en el club de su barrio en San Juan, con solo 15 años emigró a Buenos Aires para ser parte del poderoso San Lorenzo de Almagro donde atravesó las divisiones formativas, la Liga de Desarrollo y también fue parte del plantel superior de La Liga.
En pleno desarrollo de sus cualidades basquetbolísticas, Juan es consciente de su juventud pero a la vez sabe que tiene que trabajar y entrenar duro para llegar lejos. En Salta Basket vino a buscar eso, seguir aprendiendo y dar sus primeros pasos como profesional. Según las estadísticas del torneo hasta el momento el pivote infernal disputó 22 partidos con un total de 58 puntos en 175 minutos de juego. Tiene un promedio de 2,6 puntos en 8 minutos de juego.
Este martes Los Infernales recibirán a San Isidro de San Francisco, Córdoba, al respecto el juvenil sanjuanino sostuvo: “Es un rival duro con jugadores experimentado que tuvieron roce en distintos niveles”. El partido se disputará a partir de las 22 en el Estadio Delmi, será el primer de una importante seguidilla de encuentros que Salta tendrá en casa.
¿Cómo te sentís hasta ahora en Los Infernales?
Es una experiencia muy buena tanto para el equipo como para mí. Soy el más chico y vine a buscar desarrollo, poder darle al plantel lo que necesite, enfocarme para mejorar a diario y año tras año ir ganándome un lugar en el torneo.
¿Y acerca de la competencia, cómo la estás experimentando?
Por momento siento que lo hago bien, por otros no tanto. Es mi primer año en la categoría, jugando un torneo profesional así que estoy muy enfocado y dándolo todo.
Se vienen varios partidos en el Delmi, una buena oportunidad para sumar puntos
Tenemos que mantener las formas como venimos jugando tanto de local como de visitante. Por ahí fuera de casa no tuvimos los mejores partidos pero siempre respetamos la idea de juego. Sabemos que de local hemos perdido dos juegos solamente en la temporada y vamos a tratar de seguir por ese camino y ganar todos los partidos que quedan.
¿Qué les pasó jugando como visitante, les costó cortar una racha sin poder ganar?
Por lo general en los partidos que nos ganaron perdimos en el tramo final. A veces las cosas no se dan como están planteadas y se nos hace difícil revertir la situación. Cuando te vas de viaje no se si no es la misma motivación o concentración que la que tenemos de local, hay cosas que te distraen, pero aprendimos que tenemos que encarar todos los partidos como lo hacemos en casa.
¿Cuál es el objetivo en esta recta final para Los Infernales?
Nuestro principal objetivo es entrar a los playoffs después será trepar lo más arriba posible para tener un buen posicionamiento pensando justamente en los playoffs. Trataremos de ganar todo lo que queda de la temporada regular.
¿Qué podes decir del próximo rival: San Isidro de Córdoba?
Es un rival duro con mucha experiencia, con jugadores grandes que tuvieron roces en los distintos niveles. Lo vamos a tener que encarar como lo venimos haciendo tanto afuera como en casa.
¿Cómo está el grupo y qué reflexión haces del mismo?
Muy bien, somos amigos adentro y fuera de la cancha. Nos llevamos muy bien entre todos así que da gusto compartir con los chicos tanto en cancha como fuera de ella.
¿Cuál es el ADN de Los Infernales?
Somos un equipo joven y nuestra misión es contagiar a la gente con nuestra forma de jugar. Aprovechar jugar mucho la parte física contra equipos con jugadores experimentados de esa forma podemos provocar un desgaste que nos termine favoreciendo.
¿En lo personal estás conforme con lo que venís haciendo, con los minutos en cancha y demás?
Nunca me plantee cuánto quería jugar ni cómo, siempre supe que mi trabajo es darle lo mejor al equipo y las cosas que necesite. Si son 10 segundos o 30 minutos, siempre darlo todo, cada vez que entro trato de dar lo mejor. Estoy satisfecho porque me están dando la oportunidad de desarrollarme y competir.
¿Dónde te iniciaste como jugador, a qué edad?
Empecé a los 13 años en San Juan, jugué dos años en el club de Ausonia de mi barrio y a los 15 emigre para San Lorenzo donde competí en sub17, sub19, liga local, Liga de Desarrollo estuve dos o tres temporadas haciendo banco para el equipo de la Liga Nacional (actualmente La Liga) y después la experiencia con las selecciones argentinas juveniles en Sudamericano, Premundial, Juegos Odesur, Sudamericano 3x3 y Juegos Olímpicos 3x3.
¿Toda esa experiencia te sirvió en tu debut profesional?
Creo la Selección es como una maduración temprana para un jugador, te demuestra cómo ser profesional siendo chico, cómo afrontar las situaciones. Pero de todas maneras todos los días siempre se aprende algo nuevo, no hay que creerse nada siempre hay que estar con los pies sobre la tierra y las orejas abiertas para aprender constantemente.
Haber pasado por distintos seleccionados argentinos hizo que tu sueño de seguir vistiendo la celeste y blanca siga intacto
Todos los jugadores que estuvieron o no sueñan con la Selección Argentina. Al haber estado siendo juvenil te demuestra qué es lo que se tiene que hacer para cuando llegas a mayor. En mi caso sueño con la Selección Argentina mayor, soy muy chico todavía y me parece que hay temporadas, ciclos para cada jugador. Sé que soy chico y no tengo que dejar de entrenar y trabajar a diario.
¿Cómo ves a la actual Selección Argentina mayor, en quién te reflejas?
La selección está en uno de sus mejores momentos, reflejando lo que dejó la Generación Dorada. Todas las generaciones son distintas y cada uno hace su camino. Después de ser subcampeones mundiales me parece que van a ir por más. Así es el básquet, siempre da revancha y los chicos que están ahora son ambiciosos y van a querer ir por más. Me gusta su manera de jugar y de ser de Luis Scola y Gabriel Deck.
Sos muy chico y seguramente debés extrañar a los tuyos, ¿cómo se maneja esa situación?
Es difícil pero mi objetivo lo tengo planteado, sé lo que quiero ser y hasta dónde quiero llegar estoy obligado a hacerlo. Desde chico me propuse ser jugador profesional, nunca me costó. Es difícil estar lejos de los amigos, la familia y todo eso pero gracias a Dios tengo amigos y una familia que me acompañan siempre, hablamos todos los días y se me hace más fácil.
¿Qué anhelas con el básquet, cuáles son tus sueños?
No tengo algo que diga hasta acá quiero llegar, hasta lo máximo que puede llagar quiero intentarlo. Si ésta es la categoría el tiempo lo dirá, si es La Liga o Europa también pero quiero trabajar y esforzarme para llegar hasta lo máximo que pueda.
