El individuo llegó a la vivienda en estado de ebriedad. Primero amenazó con un aire comprimido y luego con un cuchillo carnicero.
La fiscal penal de Violencia Familiar y de Género de Metán, Susana Redondo Torino, imputó a un hombre de 30 años por la supuesta comisión de los delitos de amenazas y amenazas con arma en dos hechos, en perjuicio de su pareja, y un hecho de amenazas con arma en perjuicio de su hijo menor de 2 años.
La intervención de la Fiscalía se originó a partir de un incidente ocurrido el 12 de mayo en San José de Metán donde una mujer denunció a su pareja, con quien tiene dos hijos en común y convive en su domicilio del barrio El Jardín.
Relató que el denunciado llegó al domicilio en estado de ebriedad, se sentó a cenar y propinó un golpe a mano abierta en la cabeza a su hija de cinco años porque no quería cenar. Seguidamente, amenazó con golpear a la denunciante, quien le pidió que se calmara. En presencia de sus hijos, el acusado manifestó: «ahora vamos a morir los cuatro», tomando un aire comprimido calibre 6,35 mm.
Según contó la denunciante forcejeó con él para que desistiera de su acción. Al intentar salir de la habitación para pedir ayuda, el acusado le dio una patada que no logró alcanzarla, por lo que ella optó por entrar al baño para que desistiera. El acusado, al no poder usar el aire comprimido, tomó un cuchillo tipo carnicero y la amenazó, haciendo movimientos cortantes en el aire y causando daños en la puerta del baño.
En ese momento, la madre de la mujer, quien vive en el mismo domicilio, intervino, pidiéndole al acusado que se tranquilizara. El denunciado tomó nuevamente el aire comprimido cargado y se recostó en la cama, desde donde la denunciante escuchó dos disparos.
Luego, el hombre le manifestó que por culpa de ella, su madre se había enterado de la situación y le apuntó con el cañón del aire comprimido en la frente, amenazando con matarla a ella y a su hijo de dos años. Posteriormente, se recostó en la cama con el aire comprimido y se quedó dormido. El cuchillo quedó tirado en una esquina de la habitación y los balines del arma sobre la cama. La denunciante se quedó cuidando a sus hijos, quienes se habían dormido tras el incidente.
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