El hecho ocurrió en febrero de 2023, cuando en el domicilio que compartía la pareja, el acusado la golpeó, causándole lesiones graves. Cumplirá 5 años de prisión efectiva y será registrado en el Banco de Datos Genéticos. Se hizo lugar a la demanda civil de la querella.
La fiscal penal de la Unidad de Femicidios, Mónica Poma, representó al Ministerio Público Fiscal ante la Sala V del Tribunal de Juicio del distrito Centro, en la audiencia de debate contra Luis Alberto Martínez de 35 años como autor del delito de tentativa de homicidio agravado por la relación de pareja previa y por mediar violencia de género.
El 1 de febrero de 2023 la mujer trans Camila Maza, conocida por su nombre artístico Camila Spears, fue atacada a golpes por su pareja, Luis Alberto Martínez. Camila estuvo internada por casi dos meses con una lesión grave en la cabeza. Pasó 21 días en com y logró salvar su vida. Ayer declaró en el inicio del juicio contra su agresor.
“Todo lo tuve que aprender”, dijo Camila ante la jueza Mónica Faber, de la Sala V del Tribunal de Juicio de la ciudad de Salta. «Dos meses estuve tratando de alinear todo lo que pasó en mi cabeza», dijo.
Contó que la agresión le dejó secuelas. No puede hacer fuerza con el lado izquierdo de su cuerpo y perdió parte de la audición en un oído.»Es como volver a nacer. Es volver a aprender a caminar, aprender a hablar, a comer, a ir al baño». Sin embargo, dijo que en esa situación tuvo una suerte: «Nunca me olvidé de quién era yo, porque no reconocía a nadie cuando desperté».
Habiendo finalizado la ronda de testimoniales, este lunes 30 se produjeron los alegatos de las partes, donde la fiscal Poma sostuvo la acusación y solicitó la pena de 12 años de prisión de ejecución efectiva para el acusado.
La jueza Mónica Faber, en el veredicto, condenó al acusado a la pena de 5 años de prisión de cumplimiento efectivo como autor del delito de lesiones graves agravadas por la convivencia, la relación de pareja preexistente y por mediar violencia de género.
En el mismo fallo, revocó la prisión domiciliaria del acusado y dispuso que sea trasladado a la Unidad Carcelaria 1.
Se hizo lugar a la demanda civil presentada por la querella, por lo que deberá abonar una suma de dinero como reparación a la víctima y será registrado en el Banco de Datos Genéticos.
«Sabía que algo me iba a pasar»
Notoriamente nerviosa, con dificultad para recordar algunas palabras, Camila empezó contando la fiesta de cumpleaños del día antes del ataque, el 31 de enero de 2023, en el boliche La Rosa Disco. Estaba previsto que ella hiciera una presentación, pero se frustró porque Martínez no había asegurado el sonido. Esto generó una discusión, aunque siguieron en la fiesta. Regresaron a la casa ya en la mañana del día siguiente, habían comprado cervezas y siguieron el «brindis», como ella lo llamó.
A media mañana, tuvieron una violenta discusión que se generó esta vez porque Martínez la había visto chateando. Le pidió el teléfono para revisarlo y lo rompió contra la mesa. Camila, cuya memoria guarda imágenes más que palabras, no pudo recordar lo que se dijeron entonces, pero tiene la certeza, dijo, de que hubo un intercambio lo suficientemente fuerte como para que llamara a su hermana, Jorgelina Maza, «porque tenía miedo». «Sabía que algo me iba a pasar», aseguró.
También recordó, porque tiene la imagen suya sacándose el anillo de compromiso y arrojándolo, que le dijo que se fuera, que se había terminado la relación. Tiene otra imagen de ese momento: «Yo parada frente al espejo y lo veo a él agarrando la silla». Alcanzó a ver que la descargaba sobre su brazo mientras gritaba algo así como «te voy a matar». Enseguida, el hombre tomó la silla por las patas y le asestó otro golpe, esta vez en la cabeza. De ese instante Camila recordó que se sujetó de la baranda de la escalera que estaba próxima y se tocó la cabeza: su mano quedó ensangrentada. Su siguiente recuerdo es de cuando despertó del coma, ya en el Hospital San Bernardo, donde estuvo internada hasta el 13 de marzo, 21 días en terapia intensiva.
Ataques anteriores
Camila contó que Martínez la había agredido en otras ocasiones. «La primera vez fue un golpe muy fuerte en la cara», que la hizo sangrar, recordó. Eso fue en 2021. «Luego hubo otros ataques de violencia», una vez la tiró al piso. «Recordar esto me pone muy mal», se confesó con voz temblorosa. Más tarde, cuando el querellante Fidel Ahuerma le preguntó si Martínez la había amenazado, habló de «golpe de la voz» para dar cuenta de las expresiones que usaba su pareja en esas situaciones.
A pesar de ataque, Camila se siente afortunada. A diferencia de la mayoría de las personas del colectivo trans, tuvo siempre el acompañamiento de su madre y de su hermana. Eso le posibilitó terminar la secundaria en la Escuela de Artes Tomás Cabrera y empezar a los 17 años una carrera de «artista independiente», que la hizo muy conocida en la provincia.
Tenía un trabajo, estaba en pareja, contó para explicar por qué no había denunciado las agresiones anteriores de su ex pareja. «No podía contárselo a los demás», porque temía el rechazo, dijo. Solo se lo contó a la abuela de Martínez, y después a su hermana, que confrontó a Martínez.
El único ingreso de la pareja era el que generaba ella con su trabajo como comediante. Martínez, que actuaba como su manager, manejaba esos ingresos. Camila también recordó que Martínez era celoso, solía mirar sus redes y le hacía recriminaciones.
Intento de transfemicidio
Antes de que comenzara la audiencia Camila hizo declaraciones públicas en las que puso énfasis en que la agresión que sufrió fue un intento de transfemicidio, se cuestionó no haber denunciado antes la violencia que sufría y pidió a las mujeres que atraviesan situaciones similares que lo denuncien, “no hay que quedarse callada, no hay que ocultar hechos de violencia que pasamos”, pidió.
También destacó el acompañamiento que recibió del ahora desaparecido Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, igual que del Polo de la Mujer de Salta.
Después de un difícil proceso de recuperación, que incluyó rehabilitación física y tratamiento psicológico que aún continúa, Camila pudo volver a su actividad como humorista, aunque cuesta, dijo a Presentes antes de pasar a la sala a dar su testimonio.
“Nunca pensé que iba a tener que vivir esto yo. Estoy viva y voy a tener que vivir esta situación. Es muy difícil, por el hecho de que soy una mujer trans, más allá de eso soy una artista”. “Me afecta para mi trabajo, yo que soy una humorista, una comediante, empieza el show y tengo que sonreír sí o sí, pero se apagan las luces, se cierra el telón y vuelvo a la tristeza”, contó.
Con información de agenciapresentes.org
Comments