Tras mensajes de empleados a la redacción de HolaSalta Noticias, se puso en conocimiento a las autoridades de la Dirección General de Aduanas Argentina. A 10 días, dos funcionarios se acusan del faltante.
Empleados que prefirieron mantener su identidad en reserva, escribieron a la redacción de HolaSalta Noticias denunciando supuestas irregularidades respecto al manejo de mercaderías secuestradas por la Dirección General de Aduanas Argentina en la localidad de Salvador Mazza.
Tras recibir los mensajes, la redacción de HolaSalta Noticias, contactó a altos funcionarios nacionales y comenzó una investigación periodística, notificando también a la Policía de Salta de los detalles.
Días después, "quizás en modo de desesperación", la Secretaria Administrativa de la Aduana, denunció ante la Comisaría de Salvador Mazza que 1.500 bolsas de soja secuestradas habían desaparecido misteriosamente de un "galpón" en el que estaban almacenadas, supuestamente ubicado en la intersección de las calles Joaquín Castellanos y Alberdi. Según la denuncia, expresó que "fue la propietaria del galpón" quien alertó del robo al notar que el "candado de seguridad estaba roto". Al revisar el lugar, confirmaron el faltante de la soja.
Sin embargo, lo que parecía un caso de robo, se tornó más turbio cuando la funcionaria amplió su denuncia, acusando a su compañero y también empleado de la Aduana, de ser quien habría facilitado la extracción de la mercadería. El compañero habría contratado a fleteros para transportar las bolsas hacia el paraje El Chorro, en la frontera con Bolivia, donde se presume que el cargamento podría haber sido vendido de manera ilegal.
La situación se complicó aún más cuando su compañero, "quizás informado de la situación y con miedo a que se destapaba" una trama mucho más compleja y preocupante de supuesto "negociados", también realizó una denuncia y alegó haber sido agredido por dos hombres desconocidos quienes lo engañaron.
Pero estos individuos que se desempeñan como fleteros expresaron que el propio funcionario aduanero le pagó 1.100 pesos bolivianos para trasladar la mercadería a la frontera con Bolivia.
Según las fuentes que se contactaron con la redacción de HolaSalta Noticias, este caso podría ser solo la punta del iceberg. Las denuncias apuntan a que no solo las bolsas de soja fueron desviadas, sino que existe un esquema mucho más amplio de contrabando que involucra a otras mercaderías secuestradas, un porcentaje que son enviadas de forma clandestina a Bolivia, donde son vendidas ilegalmente.
Nuestra investigación periodística no solo confirmó estas denuncias, sino que también estaría revelando una supuesta cadena de complicidades que parece abarcar varios niveles de la institución y que son objeto de investigación por parte de Fiscalía Federal encargada de resolver este confuso episodio que involucra a la Dirección General de la Aduana Argentina.
Como caen de otras instituciones, también quieren ensuciar a la Aduana. El que escriba y no es de este pueblo, mejor que venga a ver cómo es aqui, y después, que hable.
En todas las instrucciones nacionales y provinciales hay corrupción, eso es por qué no se hacen relevamiento ni seguimiento de lo que se secuestra en el puesto de los naranjos pasa lo mismo, ojalá algún día se realicen los controles que se tienen que hacer así se les termina el curro