Este es el cuestionado juez "CANAVOSO" ¿Lo conocés?: la Justicia mira para otro lado mientras una madre teme por sus hijos
- Equipo de HolaSalta!

- 28 oct
- 3 Min. de lectura
Una madre salteña vive un calvario que parece no tener fin. Todo comenzó cuando envió a sus hijos a visitar al padre y, este, les impidió volver con su mamá. El sujeto que ya había sido varias veces denunciado por violencia, antes de separarse desfiguró el rostro de la mujer que estuvo internada varias semanas, no sólo sustrajo a los menores, sino que ingresó por la fuerza, al hogar materno, y lo desvalijó e intentó incendiar la vivienda.

Después de un penoso camino judicial (que incluyó falsas denuncias contra la madre y exposiciones mediáticas), ya hace tiempo ella cuenta con una sentencia firme para revincularse con los niños, emitida por el Juzgado de Personas y Familia de Sexta Nominación, a cargo del juez Daniel Juan Canavoso, el progenitor denunciado nunca cumplió con las órdenes judiciales. Ni el programa de revinculación, ni las disposiciones del área de Familia, ni las indicaciones de la Asesora de Menores lograron que este hombre acate lo que la Justicia ordenó.
La mujer —víctima y denunciante— asegura que el padre de sus hijos manipula, amenaza y usa a los menores como herramientas de venganza, alejándolos de ella e incluso instruyéndolos para que corran o llamen a la Policía si la ven acercarse. En varias oportunidades, relata, los encontró solos en la vía pública, sin supervisión adulta, expuestos a todo tipo de peligros.
Sin embargo, a pesar de las pruebas, los escritos presentados y los oficios judiciales y hasta testigos que afirman que el acusado es alcohólico y se droga, el juez no toma medidas eficaces.
“No sé qué esperan, ¿una desgracia? Es un padre violento, impulsivo y vengativo. Yo ya no sé a quién acudir. Tantas pruebas y el juez sigue sin hacerlo cumplir”, denunció la madre.
El oficio emitido por el juzgado el 5 de junio de 2025, dirigido a una institución educativa, deja en claro que el expediente- y la situación de los menores- sigue sin resolverse a pesar de tantos escritos, apelaciones y medidas incumplidas.
En dicho documento, el propio tribunal reconoce que el régimen de comunicación entre los menores y la madre está firme y consentido, por lo que debería cumplirse de inmediato. Aun así, la situación continúa igual: sin control, sin sanciones y con los chicos atrapados en medio del conflicto.
El papel, con sello oficial y firma del juez Daniel Juan Canavoso y su secretaria, Dra. María del Pilar Coronel, evidencia que el caso llega incluso hasta las escuelas para que cumplan lo que el propio padre ignora impunemente. Pero el juez, lejos de actuar con firmeza y eficacia, parece limitarse a redactar oficios, mientras el tiempo pasa y el riesgo aumenta.
El sistema judicial salteño vuelve a mostrar su peor cara: la indiferencia ante la violencia y el sufrimiento. La ineficacia de quienes deben garantizar justicia se transforma, una vez más, en un peligro real para los más vulnerables.
🗣 Una madre sola frente a un Estado ausente
“Mis hijos están siendo manipulados, amenazados y usados para dañarme. Lo único que pido es que los protejan”, concluye la víctima, quien lleva meses presentando escritos, alertas y pedidos sin obtener respuestas.
Cada día que pasa sin medidas efectivas es un día más de riesgo para estos chicos. Y detrás de cada sello, cada demora y cada excusa, hay una historia de dolor que la Justicia salteña elige ignorar.
La víctima asegura que lleva años viviendo un verdadero calvario, mientras la Justicia permanece inmóvil. “Nunca cumplió con las órdenes judiciales. Ya se intentó por todas las vías, incluso con el programa de revinculación, y hasta los informes psicológicos oficiales advierten sobre la conducta de este sujeto, pero ni así el juez escucha o actúa ante un caso tan urgente”, expresó con angustia.
Además, la mujer manifestó su miedo por la integridad de sus hijos, señalando que el magistrado conoce desde hace años el incumplimiento sistemático del progenitor, quien mantiene a los menores “como rehenes”, ignorando las disposiciones judiciales. “Temo por mis hijos —agregó—, porque el juez sabe que este hombre no cumple y que los chicos andan solos por las calles, pero aun así no toma ninguna medida urgente”.


































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