Según un relevamiento de UNICEF en nuestro país, los chicos son sometidos a zamarreos, golpes o gritos. Los más pequeños -de entre dos y cuatro años- son los que reciben más castigo físico.
El viernes se dio a conocer un caso en Exclusiva por HolaSalta.com, donde una mujer de 43 años con domicilio en el B° Estación de la localidad de salteña de Orán, fue denunciada por su cuñada al ver como lo golpeaba salvajemente a su sobrino de 12 años.
El aberrante hecho se desencadenó, cuando el niño habría regresado al mediodía del viernes de la escuela, cuando la madre observó la libreta de calificaciones y se dio con todas las notas bajas, en ese momento de ira, empezó a golpear al niño con un cinto de cuero, luego de dejarle toda la espalda con serias heridas, empezó con un palo causándoles heridas dolorosas en diferente parte del cuerpo.
El niño logró escapar de su casa y llegó en crisis de nervios a la vivienda de su abuela a pedir ayuda, la tía al ver las marcas y heridas en todo el cuerpo del menor, acudió a denunciar el hecho, previo a llevarlo al Hospital Local.
Luego que la noticia tome estado publico por HolaSalta.com, una fuente envió el audio grabado por una vecina, justo en el momento que golpeaba salvajemente al menor, quien imploraba para que lo dejen de maltratar.
AUDIO
UNICEF
El caso resulta paradigmático del problema alarmante en Argentina con el maltrato infantil, ya que el 70% de los menores padece habitualmente métodos de disciplina en sus hogares o instituciones educativas, que incluyen violencia física o verbal, que se traducen en zamarreos, chirlos, cachetadas, golpes o gritos.
Acerca de la problemática, el último informe Global sobre Violencia contra Niños, Niñas y Adolescentes, presentado por UNICEF, destacó que en Argentina los métodos de disciplina violenta afectan a 7 de cada 10 personas en edad de infancia.
Desde UNICEF se indicó que en nuestro país, más del 95% de los adultos creen que los chicos no deben ser castigados físicamente, pero en el 70% de los hogares se utilizan métodos de disciplina, que incluyen violencia física o verbal, que se traducen en zamarreos, chirlos, cachetadas, golpes o gritos.
De acuerdo al estudio, los más pequeños sufren más castigos físicos que aquellos que son más grandes. Al respecto, se afirmó que “en nuestro país el 54,4 % de los chicos de 2 a 4 años recibe golpes, palmadas en los brazos o las piernas, zamarreos, sacudidas o chirlos de parte de los adultos que los cuidan, en su mayoría son sus padres, en una cifra que se reduce a un 44,1 % entre los que tienen entre 5 y 14 años”.
