El hombre al que Brenda Barattini le cortĆ³ los genitales en 2017 fue el primero en hablar durante el juicio que comenzĆ³ este lunes en CĆ³rdoba. Dijo que sufre secuelas no sĆ³lo fĆsicas sino tambiĆ©n psĆquicas despuĆ©s de lo que pasĆ³.
Fue la primera vez que el hombre al que Brenda Barattini le cortĆ³ los genitales en el 2017 se animĆ³ a contar el calvario que viviĆ³. Fue en el juicio que comenzĆ³ este lunes y cara a cara con la acusada. La vĆctima, que decidiĆ³ mantener su identidad reservada, contĆ³ los detalles de lo que pasĆ³ y cĆ³mo sigue su vida hoy.
"CambiĆ©", afirmĆ³ cuando la fiscal Laura Battistelli le preguntĆ³ cĆ³mo se sentĆa frente al espejo. Entonces detallĆ³: "Mi pito quedĆ³ distinto y mi mente ya no es la misma, cambiaron las ganas y la frecuencia de orinar. CambiĆ© porque alguien me mutilĆ³, alguien me destrozĆ³".
El hombre sostuvo que sufre ataques de pĆ”nico diarios, insomnio y que tuvo importantes pĆ©rdidas econĆ³micas por el impacto del ataque en su trabajo. Tampoco pudo retomar su vida sexual: "Siento que me quieren matar si tengo relaciones", manifestĆ³. Estuvo ocho dĆas en coma y sobreviviĆ³ pero asegura que ya nada es igual.
"Tengo secuelas por todos lados, pero tengo por delante un montĆ³n de cosas, por eso estoy acĆ”", seƱalĆ³, segĆŗn publicĆ³ el diario La Voz. Pero luego mostrĆ³ un signo de resiliencia: "SentĆ que volvĆ a nacer. No odio a nadie, quiero que la otra parte (Brenda) se cure".
SegĆŗn relatĆ³, el ataque se produjo luego de que ella le pidiĆ³ mantener un vĆnculo con mayor compromiso porque āa ella le pasaban cosasā. Respecto del momento de la mutilaciĆ³n, contĆ³ que Brenda insistiĆ³ en verlo para devolverle una baterĆa electrĆ³nica. TambiĆ©n asegurĆ³ que comenzaron a tener relaciones sexuales y ella le pidiĆ³ taparle los ojos, que quiso atarlo, pero Ć©l no se dejĆ³, y que en un momento sintiĆ³ un segundo de dolor y un ruido que no se atreviĆ³ a describir.
S.A.F. relatĆ³ que quiso escapar, pero ella lo tomaba de la remera y del cabello y no lo dejaba huir. Presionando sobre la herida, encontrĆ³ una llave y logrĆ³ abrir la puerta para salir al palier y pedir auxilio. Una vecina, recordĆ³, fue āel primer ser humanoā que le dio ayuda. Estaba sobre un charco de sangre, a punto de desmayarse.